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El pececito miraba atento El pececito notó al momento
a un gusano cautivador. que el pez del agua pronto salió.
Pero otro pez le ganó el intento Nadó a mirar el procedimiento
y al gusanito se lo trago. y preocupado, esto observó:
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Unas personas con mucho empeño, Desconociendo de todo aquello
en las orillas y en plena acción... buscó a la madre y le preguntó;
A los anzuelos ponían señuelos la pez muy triste tomó resuello
para su pesca de diversión. y de esta forma lo aleccionó:
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"Sé precavido, pequeño hijo... "Estos son seres sin beneficio,
No vayas nunca tras la ilusión. solo producen maldad y dolor,
Observa atento y no des inicio pues con ayuda de artificios
a un final nada halagador. logran su empeño de destrucción.
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"Según lo dicen: Es un deporte, "Hay en colores, diversas formas,
pero tú debes ser perspicaz. de animalitos, pero además...
Ya me conozco esos soportes Estas personas violan las normas
que usan de goma para engañar. indispensables para pescar.
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"Hasta usan pólvora y atarrayas, El pececito gritó: "¡Que brutos!".
no les importa el medio ambiental. "¡Irracionales!, dijo mamá.
Estos señores cruzan la raya ¡Ponles cuidado!, no les des gusto
que les demarca la autoridad." yendo a caer directo al sedal.
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"Aguanta firme, ponle la rienda "Tiran carnadas, llevan plomadas
a tu impaciente curiosidad; para llegar a profundidad.
si sientes hambre busca la cena Usan cucharas muy adecuadas
aquí en el fondo, pero oye más: que van brillando en la oscuridad.
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"Escucha atento mis advertencias, Dijo el pequeño: "¡Tranquila madre!
usa tu instinto y sagacidad, que soy bien ágil y suspicaz,
o te verán sin mucha clemencia y estoy seguro, sin mucho alarde,
en una mesa de degustar." que he de burlarles su habilidad."
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Se fue la madre diciendo: "¡Atento!, Miró un bichito y se acercó lento,
que suspicaz no es ser perspicaz." pensó en su entera seguridad.
El pececito grito sonriendo: llegó y notó que era bien cierto;
"¡No te preocupes, me he de cuidar!" !no traía anzuelo, ni había sedal!.
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Se lo engulló sin más miramiento, Cayó otro más, y ya impaciente,
cuando a otro bicho vio chapotear. sin precauciones nadó a atacar.
¡Es un grillito!, exclamó contento, Muy complacido le metió el diente
y presuroso lo fue a atrapar. y sintió un pinchazo en el paladar.
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En ese instante su madre amada, Primero habían echado carnada
iba aleteando, pescada ya. para cebado hacerlo confiar.
Sintió de golpe una cruel jalada Su pobre madre tan preparada
y entonces supo la realidad. también cayó en la trampa mortal.
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Y aquí el final con la moraleja:
Es que cada día se aprende más.
Escucha atento parando oreja
y buena vida podrás llevar.
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