domingo, 23 de agosto de 2015

LA NIÑA DEL PIRULÍ


Una pequeña muy tierna,
de noble corazoncito,
siempre va para la tienda
a comprar su pirulito.

Le gusta ir al colegio,
es preciosa y muy capaz,
y saliendo bien temprano
se fue feliz a estudiar.

Saboreando un pirulí
y mirando los entornos,
observando iba un jardín,
cuando se llenó de asombro.

Vio volando a campo abierto,
 una hermosa mariposa,
notó que con gran acierto
se posaba en una rosa.

Se paro atenta a observarla,
y ante tan lindos colores,
sintió deseos de atraparla,
pero habló una de las flores:

“Pequeña,  mírala bien,
y disfruta sus valores,
no la trates de coger,
lleva el polen de las flores.

“El cual traslada a otras sitios
para hacer polinizar,
así es que se da el principio
de nuestra existencia actual”.

Y dijo la mariposa:

“Mi oficio es todos los días
entre los bellos jardines.
Así transcurre mi vida,
colaborando a sus fines.

“Somos las mariposas
de muy variados colores,
pero para ser hermosas
precisamos de las flores.

“Copiamos de sus colores
y somos de gran valor,
ayudándole a las flores
con la polinización.

Piruli gritó: ¡y mi fama!,
¿dónde la piensan dejar?.
Soy néctar de flor y caña,
dulce para el paladar”.

La niña más se asombró
cuando oyó que el pirulí…
con fuerte voz se anunció,
y continuó hablando así:

“Pequeña, eres mi dueña,
y mucho gusto te doy,
por eso siempre te sueñas
en saborear lo que soy.

“Con anilina de colores,
de frutos, flores y más.
Nos dan distintos sabores
y mucha diversidad.

“Protege la integridad
de la hermosa mariposa,
para que pueda lograr,
su meta y seguir airosa”.

La niña al pirulí
con gusto lo saboreó,
y oyó cuando dijo así:
“Me siento mucho mejor!”.
Se fue corriendo contenta
por lo que vio y escuchó.
Y pensó tener en cuenta
la lección que ahí aprendió.

No diré nada en la escuela…
o de pronto al profesor.
Mejor le cuento a la abuela,
que me cree y presta atención.





sábado, 15 de agosto de 2015

LA CHARQUITA

Había en un parque una fuente
que recibía los rayos del sol
irisando brillantemente
una gran gama multicolor.

Todos los días se madrugaban
las aves dando su entonación;
en ella siempre se descansaban
y chapoteaban en su interior.

Las mariposas allí volaban
con una amplia ornamentación.
Preciosas flores se refrescaban
con el rocío, ¡era un primor!


Una charquita muy pisoteada
miraba el fin de su bienestar.
Pequeños niños siempre jugaban
allá en la fuente y se oían gritar.

Se puso triste, desconsolada,
ya que en la fuente un día vivió:
un ave alegre que ahí bañaba
la había empujado hacia el exterior.

"Nadie disfruta con mi agua sucia:
todos corriendo a la fuente van.
Y en esta sombra, y no es excusa,
tampoco el sol me puede secar.

"Me siento sola aquí en el piso
y la nostalgia me va a matar.
Antes vivía en un paraíso,
y ahora me veo en este lugar.

"Allá en la fuente libre corría:
subía y bajaba en el manantial.
Hoy solamente estoy tendida,
Y toda sucia... ¡Ya no doy más!"
Saltó una rana quedando a un lado,
y con un brinco se acomodó.
Dentro de la charca había buscado
un sitio fresco, y al fin lo halló.

Se fue acercando una lagartija,
y la fresca rana de ahí saltó:
se fue alejando segura y fija
tras un grillito que apareció.



La lagartija bebió con calma
un trago de agua, y hasta eructó.
Se fue ligera y trepó a una palma,
porque unos pasos detrás sintió.

Una figura cubrió la charca
y llegó acezando a más no poder:
un noble perro entrado en chanda,
todo sediento bebió y se fue.

Las mariposas luego bajaban,
buscando allí su salubridad,
ya que seguro también hallaban
la sal del cuerpo vitalizar.

Quedó tranquila... y con agrado,
porque de alguna forma sirvió.
El perro que ya la había probado,
volvió y todita se la tomó.


Es importante un buen aseo
en todo el cuerpo, en lo personal.
Y los pequeños en sus paseos
activan defensas con su enmugrar.


Así termina esta historia o cuento
con pajaritos alrededor.
Donde vertiendo en la fresca fuente
a todos quitan la sed y calor.

jueves, 19 de febrero de 2015

APRENDER A DECIR NO


En un zapato viejo
vivía un pájaro triste,
porque no había qué comer,
y mucho menos alpiste.

Se decía: "¿Cómo pues
voy a poder subsistir,
y cómo vine a caer,
donde no hay ni una lombriz?"

Sus alas las cruzaba
y vueltas y vueltas daba,
miraba a la lejanía
y sólo arena encontraba.
"Culpa es de mi novatada.
Todo por querer salir
de aquel nido en que vivía
con mis padres tan feliz.

"¡Porque quería a mi edad
poderme independizar!
Y mírenme cómo estoy
a punto de fracasar."

Y más vueltas daba y daba...
Cuando observó a un caracol
que lento se desplazaba
y junto hasta él llegó.
"¿Será que estaré soñando?
(el pájaro así exclamó).
¿Cómo puede ser que aquí
exista ya un caracol?"

Y respondió el caracol:

"Aunque me veas pequeño
y me mueva despacito,
vengo de la lejanía,
de un mar tranquilo y bonito.

"Me vine  a esta soledad
pues cansado estaba ya
de la hipocresía del mundo,
de sus vicios y maldad.
"Y no pienso regresar.
Viviré aquí de la arena
Y por casa no hay problema:
siempre la cargo sin pena.

"Viviremos bien aquí,
y siempre habrá qué comer,
porque te diré un secreto
que tan sólo yo lo sé:

"En la arena iré escarbando
y profundo llegaré,
ya veras tú, pajarito,
qué comida traeré.
"No tendrás ya que volver
a ese mundo que dejaste.
Porque si vuelves, amigo,
de seguro han de atraparte."

Y diciendo todo esto
en la arena se metió.
Después de un rato apareció
con la araña que arrastró.

Al pájaro la entregó,
diciéndole: "Como ves,
sólo tienes que escarbar
y comida has de tener.
"Existen muchas arañas,
escorpiones y bichitos.
La comida está segura,
aunque estén escondiditos."

Y dijo así el pajarito:

"No importa que abrase el sol
ni que mucha sea la arena,
se acabarán ya mis penas
si está la barriga llena."

Se sentaron luego a hablar
de muchas cositas buenas,
y se olvidaron de todo
recordando sus faenas.


Se quedaron bien dormidos
después de tremenda cena.
El caracol en su concha
y el pajarito en la arena.

Se cuenta que ahora pasan
jugando horas enteras,
y el zapato lo utilizan
de vivienda y alacena.

No se acuerdan ya de nadie,
de nada malo en la Tierra.
Viven felices en mundo
de soledad y de arena.
El pájaro siempre escarba,
su pico busca la cena,
y al caracol se le ve
muy gordo y no tiene penas.

Éste es el cuento, niñitos,
de aquel pájaro novato
que quiso vivir su vida,
y la vivió en un zapato.

Y la de un caracol sufrido,
que buscó la soledad,
porque no encontró en el mundo
nada que fuera verdad.
Pero ustedes, mis niñitos,
la verdad la encontrarán
cuando estén más grandecitos.
¡No!, dirán a la maldad,

a los vicios dirán ¡no!,
nunca mentiras dirán
y su ángel de la guarda
muy contento se hallará.

No tendrán que ir a escarbar
en un desierto de arena,
ni vivir en un zapato
para usarlo de alacena.
Vivirán la vida buena:
estudiando la hallarán,
y diciendo siempre no
cuando encuentren la maldad.

Ese feo personaje
por el mundo siempre va,
pero siempre con el “no”
y estudiando vencerán.

Ahora a dormir, pequeños,
y tendrán en sus sueñitos
el zapato, el caracol, 
y escarbando el pajarito.

sábado, 31 de enero de 2015

FATALIDAD DE UN GATO

              1                                                      2
Se hallaba un gato feliz              Le habían invadido el predio
porque ya había mirado             (pensaba el depredador).
ese sabroso festín                       Y no había más remedio
que estaba sobre el tejado.         que atrapar al invasor.
              3                                                      4
Agachado se acercó                   Asombrado se quedó,
en astuta cacería,                        no lo podía creer,
cuando de pronto observó          si era un gato veloz
que no estaba su comida.           ¿cómo pudo suceder?.
              5                                                     6
Cuando de pronto lo vio             Rápido se abalanzó
trepado en otro tejado,                hacia el patio de la casa,
pensó: Deben ser dos…              como una flecha cruzó
A menos que haya volado.         diciendo: No se me escapa.
              7                                                      8
Brinco y el techo alcanzó           Observó que el ratón
y allí se quedó agachado,           tranquilo estaba dormido,
un gozo inmenso sintió              como letal cazador
al ver tan fácil bocado.               se lanzó sin hacer ruido.
              9                                                     10
Dio un salto y echando babas     Del golpe miraba pares
el duro suelo encontró,               y dijo: quedé atontado,
notó que el ratón no estaba         no espero sino a que aclare
y fue su ira mayor.                      para buscar el recado.

De pronto vio que el ratón          Por lo que he podido ver
con señas le hacía un llamado,    no es mi día de mercado,
seguro deben ser dos                   mejor me voy de una vez
y me tienen vacilado.                  al país del otro lado.

Ante este fatal suceso                 Se recostó placentero
corriendo a más no poder,          con deseos de descansar,
llegó a la frontera de Méjico      cuando oyó que le dijeron:
y ahí se detuvo él.                      ¡Cuate, acabo de llegar!.

Me podría decir, don gato,         Ahí si fue la caída,
si empieza aquí el exterior,        el pobre gato murió,
pues viajo desde hace rato         aunque tenía siete vidas
de adentro del interior.              de nada esto le sirvió.

Y se escuchó aquel ratón          “Es de sabio el ir despacio
que al minino preguntó:            para lograr la intención,
¿Cuate, por qué se infartó?       porque sino como al gato
y riendo feliz partió.                  se te acaba la presión”.