Un perro en ir y venir
buscaba algo de su agrado,
las patas el andarín
llevaba sucias y el rabo.
Husmeaba por todos lados
y andaba muy apurado.
Se veía preocupado,
ansioso y necesitado.
Hallándose ya cansado,
en un árbol olfateó:
el árbol quedó mojado
y al paso el perro siguió.
Un niño que lo observaba,
en su inocencia mayor,
creyendo que lo regaba,
en él también se orinó.
Mirémoslo de buen lado,
que sirva como lección,
el perro iba apurado
y el niño en buena intención.
Observa las cosas buenas,
aprende de los demás.
Copia de los que te enseñan,
para bien, no para mal.
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