sábado, 21 de agosto de 2010

Don aguacate

Don aguacate se fue del rancho.
Iba feliz en un gran camión.
Con muchos primos salió del campo
al aeropuerto... ¡Se iría en avión!.

Gritó bien alto: "¡Seré famoso!
Mi meta es México. ¡Es lo mejor!
En restaurantes finos, lujosos,
haré brillante presentación".

"Quiero mirar a las tapatías,
bailar joropo y tomar licor...
Y entre comidas y fantasías,
pegarme un grito demoledor".

Dijo su primo: "Voy placentero
hacia Los Ángeles. Es mi intención.
estaré rodeado de beisboleros,
que he visto en televisión.

Escuchó que alguien decía:
Voy para España con emoción.
Allí en Europa, y entre comidas,
oiré flamenco, que es mi ambición".

A otro más lejos oyó diciendo
que él tal vez no se iría de aquí,
porque su visa estaban pidiendo,
y sin ella no podía salir.

Don aguacate se fue durmiendo.
No siguió el tema: ¡era el mejor!
Y en un bostezo dijo sonriendo:
"Me veo en mesas de gran valor."

Le vino un sueño muy turbulento:
De guacamole pronto se vio.
Luchaba en vano, no tenía alientos
contra un picante de gran calor.

Su primo en cambio iba contento.
Mirando estaba desde el camión:
Su sueño era ser alimento
en ensaladas de selección.

Don aguacate le dijo al primo,
abriendo los ojos y en baja voz:
"Mejor me bajo en este camino:
No llevo visa hacia el exterior,

¡y en un sancocho estaré mejor!"

Tomen de ejemplo al aguacate,
que por creído y por bocón
le iba tocando una mala parte,
¡pero a buen tiempo reaccionó!.

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