Venía viajando hacia la ciudad,
cuando de pronto por el camino
subieron a un pasajero más.
Era una dama vestida de verde;
don garbancito se entusiasmó.
Se puso atento con la señora
y ella a su lado se le sentó.
Muy complacido don garbancito,
pensó en llamar su atención,
y mentalmente hizo un recuento
de lo que haría a continuación.
presumiría de su talento:
Como él no existían dos.
Ese cuentico del frijolito
era una falsa y tonta afición.
"Señora hermosa, venga le digo
que de los granos soy el mejor.
(Haciendo alarde y sacando pecho
siguió su alegre conversación).
"Yo soy un grano de maravilla,
disculpe usted la comparación,
pero en las casas, en las cocinas
de restaurantes ven mi valor.
"A mi me guisan de muchas formas
y casi siempre en olla a presión,
pues soy un duro leguminoso,
y en todo guiso voy sabrosón.
"En salsa criolla les gusta verme,
con ensaladas tengo mi acción,
voy en conservas ya preparado
en enlatados de exportación.
"Con salchichas o con jamón,
y echándome una hoja de olor,
quedo bien listo para la cena,
¡sin competencia, nadie es mejor!"
"No dudo mucho de su talento
(por fin la dama verde le habló),
pero le cuento que en vanidad
nadie nos gana en ostentación.
"Aún no he dicho cómo me llamo,
mas oiga usted sin mala intención,
Que entre los granos soy preferida,
aunque es mi precio de gran valor.
"Soy de los granos la más selecta
para cualquiera en su condición.
Sin presumirlo, no me sofoco
cuando me escogen en selección.
"Siempre me usan en ensaladas,
y en las más finas a mucho honor;
en arroz con pollo, en variados platos,
con mayonesa o con buen limón.
"No quiero amigo menospreciarlo,
sé que es un grano de buen sabor,
pero si sigue hablando y hablando
queda ante mí como un perdedor.
"Y con permiso me le despido,
pues es la próxima mi estación,
y sin alarde le voy diciendo
que doña arveja me llamo yo."
Paró el camión en la galería,
don garbancito también bajó,
y ya parados en el andén
los condujeron al interior.
que sirva a todos este relato
y así pongamos mucha atención,
para no ser como garbancito:
Alardeador y presumidor.
No vaya a ser que queden baratos,
quedando en muy mala posición:
De pronto sale una arveja verde
con argumentos de más valor.
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