A todo el mundo

 Este planeta se llama tierra,
aunque hay más agua y casi igual
tanta basura que nos aterra,
que podría llamarse la Suciedad.

Todas las cosas tiran al suelo
que se supone es para andar,
y te enredas en los mugreros
que está formando la humanidad.

Los niños compran sus caramelos
y el dulce a la boca lo ves llegar.
Mas luego observas que muy ligero
vuela el papel por donde tú vas.

Y los adultos son los primeros,
los del ejemplo sin novedad:
Se lava el carro con gran esmero
y el lavadero es la vecindad.

Los desperdicios van con sus larvas
y por los ríos se ven bajar,
el mar los lleva sobre sus aguas
y hasta a las playas han de llegar.

Vamos felices a los paseos,
y como dementes, siempre al final,
cuando suplimos ya los deseos,
dejamos sucio todo el lugar.

Y no conformes, por los senderos
las botellitas se ven volar.
Unas se quedan en los esteros
y otras al fondo del rio van.

Por las montañas, sobre los cerros,
se ven floreando y tristeza dan,
las inmundicias que los del pueblo
han arrojado en su caminar.

 Los basureros son instalados
mas no los usan, les da igual,
dejan las bolsas por todos lados,
a varios metros de donde están.

Y hay tantas cosas de reciclaje
que muchos pueden utilizar:
Seleccionada y con pesaje
se va mermando la suciedad.

Quedamos todos siempre con duda,
pero es muy cierto, es realidad
que en este mundo ya nadie ayuda,
se ha vuelto caos la comunidad.

Utilicemos las cosas buenas
de este planeta que Dios nos dio.
¿Cómo es posible que sean penas
los adelantos de creación?.

En el comienzo de este sistema
todo era limpio, era mejor,
toda la Tierra estaba llena
de una preciosa vegetación.

Llegó la ciencia y los adelantos,
todo fue al fondo en su evolución,
bajó lo bueno, cayó al asfalto,
y lo más malo hoy es peor.

Y por no tener consciencia,
la gente actúa sin compasión.
Las que razonan son las dolencias
de otros seres que Dios creó.

Muchos no admitimos
vivir con esta incomodidad,
y aquí a los sucios les sugerimos
tomar cursos de hurbanidad.

Tratemos todos de usar los cestos,
mantener limpia la Creación,
y serán nietos y bisnietos
los que bendigan nuestra labor.

Niños y adultos, conciencémonos.
Luchemos todos para lograr
que nuestro mundo sea más bueno,
y disfrutemos de su bondad.