lunes, 9 de agosto de 2010

Nico y Daniela en la escuela

Bueno mis pequeños, les voy a enseñar
sobre una criatura que es especial,
su nombre es vaca y pueden notar,
que lleva dos cuernos y rabo, además...

Es un ser cuadrúpedo, como pueden ver,
las patas que tiene, no son dos ni tres,
habita en los campos siendo gran sostén,
porque nos da leche y carne también.

Los cachos o cuernos son su protección,
en su cola o rabo podrán observar,
que es larga y termina en un buen mechón
para los insectos poder espantar.

Sobre un gran afiche daba la lección
para así a los niños poder explicar,
la clase completa prestaba atención,
cuando una pequeña gritó al preguntar:

¿Por qué profesora el diablo no es res,
si tiene dos cuernos y cola también?
y siguió la niña dejando saber,
que lo dibujaban con patas de buey.

Daniela, es distinto, ya lo enseñaré
en otra materia pero hoy es la res,
o sea de la vaca se hablará esta vez,
porque ya del toro enseño después.

¿por qué señorita la vaca o la res
no puede ser diablo?, preguntó al revés,
¡Ya dije Daniela que no puede ser,
el diablo es demonio y la vaca es la res!.

Dijo Nicolás, un niño capaz:
profesora ¿puedo decir la lección?,
todavía no, pero quedará
como tarea, ella contestó.

Como iba diciendo, y no enreden más,
es un ser mamífero por su condición,
pues mamífero es el que ha de mamar
obteniendo leche de alimentación.

Podrán observar en sus patas, cascos,
son estas las uñas de mucho animal.
En la ubre lleva los pezones largos
para sus terneros bien amamantar.

Su carne la usamos para alimentarnos,
su leche tomamos y calcio nos da,
con sus grandes manos un gusto nos damos
si es que gelatina queremos sacar.

Con sus cuatro estómagos se podrá anotar
que es un ejemplar con capacidad.
Y aquí en el afiche los voy a nombrar:
Son panza, bonete, librillo y cuajar.

De la leche se saca muchos derivados,
como mantequilla, también la cuajada,
cuando la procesan con mucho cuidado,
producen yogures y ricas malteadas.

La vaca, la hierba la ha de rumiar,
la lleva a la panza y devuelve otra vez,
y más triturada la vuelve a tragar,
por eso es rumiante, pues mastica bien.

Su piel la utilizan cumpliendo placeres,
los talabarteros, para diseñar:
Con grandes cueros ahí en sus talleres,
logran preciosuras para decorar.

Preguntó Daniela alzando un dedito:
¿Cierto señorita que si se oye bramar,
es que está llamando a su ternerito
para que la leche se pueda tomar?.

Gritó Nicolás: ¿Verdad profesora,
que si muge mucho es que hambre le dio?.
Contestó Daniela: No Nico, es que llora,
porque su ternero no se alimentó.

¡Se acabó la clase! dijo la maestra
y esas preguntitas otra vez será,
pero no olviden y tengan en cuenta
que esta es la tarea que les va a quedar.

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